¡Suba nuestra Oración a ti señor, como incienso en tu presencia!
En los evangelios nos encontramos con muchos pasajes donde Jesús invita a personas concretas a seguirlo, sin mirar su clase o condición social. En nuestro mundo actual, Jesús continua llamando a hombres y mujeres a su servicio, en la iglesia existen muchos servicios y ministerios. Es por ello que un pequeño grupo de jóvenes se han venido preparando en el conocimiento de elementos básicos sobre liturgia con el fin de ser Servidores del Altar (Monaguillos). Todo camino requiere un proceso y como la vida esta llena de procesos el día llego. El Domingo 20 de Mayo recibieron su alba y cíngulo para iniciar su servicio en el altar y fueron testigos la comunidad de los curos, oramos por ellos para que Dios le regale la valentía y la perseverancia en el servicio que desempeñaran. El grupo esta conformado por: Eumaryth Molina, Yeatson Fernandez, Marya Contreras, Betania Pereira, Erick, Reinaldo, Dennis y Jesús Alberto, acompañados por el postulante claretiano Luis Fernandez
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El Sábado 5 de Mayo, se llevo a cabo en nuestra Arquidiocesis de Mérida, el XVI Encuentro de Monaguillos Servidores del Altar, donde estuvieron presentes gran cantidad de niños, niñas y jóvenes de distintas parroquias pertenecientes a dicho apostolado como lo es el servicio al altar, se contó con la presencia de seminaristas que estuvieron animando durante la mañana, y parte de la tarde, también se contó con la presencia de nuestro Cardenal Baltazar Enrique Porras Cardozo, quien presidio la celebración eucarística y hizo la renovación de las promesas y compromisos de un servidor del altar.
Los grupos pastorales, el Equipo de Comunicación parroquial y los Misioneros Claretianos se unen en el dolor de la Familia Calderón en este momento por la partida de nuestra hermana y amiga Beatriz Calderón, quien prestara por muchos años el servicio de Catequista y animadora de la comunidad cristiana en el sector de Pozo Azul y de las comunidades de la Panamericana. Un abrazo fraterno y solidario. El sábado 14 de Abril, en la Parroquia Corazón de Maria de los Curos, se celebro la PASCUA JUVENIL en un ambiente de meditación, oración, perdón, y acción de gracias, donde los jóvenes que hacen vida en nuestra parroquia compartieron sus sentimientos, a través de abrazos y diversas dinámicas que sirvieron para el encuentro individual y grupal de cada uno de ellos, cabe destacar que dicha actividad ayudo aun mas en la integración de los grupos de Ancla y Juventud Eucarística. Dios les pague a todos por su participación.
" Una Actitud, de Perdón, de Gratitud, frente a la Vida, es una manera de RESUCITAR" En esta Semana Santa se llevó a cabo en la comunidad de Mérida, una experiencia misional vocacional, que contó con seis candidatos a la vida religiosa claretiana; tres de Nueva Bolivia, dos del Vigía, y uno de Mérida, del Municipio Libertador. Ha sido una experiencia gratificante para los jóvenes que encuentran en el contacto con la gente, la importancia del sentido de ser religioso, de ser sacerdote, que está en el servicio mutuo, de igual manera, para los Hijos del Corazón de María, que se alegran con su presencia, con su inquietud de ser parte de esta obra, la cual está llena de un gran servicio de evangelización.
El Domingo 18 de Marzo, el Grupo de Taller de Formación Misionera, realizo la Cena Judía, donde participaron los diferentes grupos pastorales que hacen vida en nuestra parroquia Corazón de María.
La Cena Judía recuerdo de liberación; Cena Cristina memoria del amor. Para Jesús en su misión y ministerio fue muy importante compartir la comida con las personas en la comensalidad en distintos momentos: cuando era invitado por seguidores o críticos de su testimonio, cuando se preocupaba por la multitud que no tenía alimento y busca como solucionar desde el gesto y el milagro del compartir. Como cada año el Jueves Santo hacemos memoria de lo que dijo e hizo Jesús en la última cena. Pero es bueno recordar brevemente lo que significa este momento tan importante de la experiencia tanto judía como cristiana. Jesús fue un judío del siglo primero. Como parte de su experiencia vital y de formación religiosa como judío las comidas, y especialmente la cena de pascua, tenían un sentido y un significado muy importante: era la experiencia en la que se unían en recuerdo agradecido del momento liberador que vivió el pueblo de Israel en el Éxodo. Jesús, según lo dicen los Evangelios, celebró la Pascua con sus discípulos: dispuso un lugar, hizo los preparativos de lo que se comía en dicha cena, recordó la historia que se debía transmitir, realizó los gestos (lavar las manos y los pies por ser un momento especial, partir el pan y repartirlo, levantar la copa y pasarla a todos los comensales, pedir la bendición)… Pero Jesús actualizó con sus discípulos y seguidores el sentido de esta cena: se ofrecía ÉL mismo por AMOR, en el SERVICIO por construir una COMUNIDAD de hermanos y hermanas que repitieran su gesto de ENTREGA GENEROSA Y GRATUITA… Nosotros los cristianos hacemos memoria agradecida de lo que hizo Jesús en cada Eucaristía, Cena Fraterna donde nos comprometemos a seguir a Jesús y su proyecto de amor en comunidad y en misión por la construcción de su Reino. |
AutorEquipo Comunicación Parroquial Archivos
Abril 2020
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