En abril de 1959 llegó a Venezuela el padre Cesáreo Gil, perteneciente a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos. Dado que había trabajado en España en los Cursillos de Cristiandad, propuso a los obispos venezolanos iniciar la experiencia en el país. Con la esperanza de que hicieran tanto bien como en otras partes, los obispos dieron su anuencia. El 20 de Agosto de 1959, comenzaba a darse en Caracas, Venezuela, en el Colegio La Salle de La Colina, se inició el primer Cursillo de Cristiandad en Venezuela. La expresión de uno de los Hermanos de La Salle que fue testigo de aquel primer Cursillo, al constatar la intensa vivencia de fe que tenían los asistentes a él, fue una verdadera premonición: "Aquí está empezando algo muy grande". Durante las exequias del padre Cesáreo Gil, el cardenal Rosalio Castillo Lara, expresó que desde la llegada de los Cursillos de Cristiandad, "el rostro del laicado en Venezuela fue un rostro absolutamente nuevo". "Con esto estaba afirmando, que los Cursillos habían servido para hacer de los laicos venezolanos, hombres y mujeres más activos en la construcción del Reino de Dios en nuestra sociedad, convirtiéndose, así, en apóstoles de Jesucristo en la realidad cotidiana". Por otro lado, "en el empeño por ser mejor instrumento en las manos del Señor, los Cursillos de Cristiandad han estado en un lugar preponderante en orden a su propia actualización... Han procurado facilitar la formación de los laicos, a través de su Editorial Trípode, primera y única de un movimiento apostólico en Venezuela". Por si fuera poco, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Venezuela ha colaborado con la fundación del Movimiento en otros países de América y ha ayudado a la formación de sus integrantes mediante Cursillos de Dirigentes y otras actividades. El carisma de los Cursillos de Cristiandad se resume en: el inmediato, es decir, la conversión de la persona; y el último, esto es, la fermentación evangélica de los ambientes, es definitivamente actual". Después de más sesenta años de haber surgido en el mundo y de 58 en Venezuela, "tiene plena vigencia".
Por ello este aniversario "además de hacer surgir una sentida acción de gracias en todos los miembros de la Iglesia de nuestra nación, debe provocar indefectiblemente en los responsables principales y en todos los cursillistas en general, un profundo compromiso para que el Movimiento siga haciendo el bien que el Señor quiere a través de él en Venezuela". "Deben dejarse iluminar para poder discernir correctamente de qué modo pueden lograr lo que el Espíritu quiere de ellos en estos momentos de vida del país. De esta manera, también los Cursillos serán siempre jóvenes. Esto está en línea de perfecta congruencia con lo que pedía el recordado San Juan Pablo II al hablar de la nueva evangelización, que debía ser “nueva en su ardor, nueva en sus métodos y nueva en su expresión". El Movimiento de Cursillos de Cristiandad, según los obispos venezolanos, "está llamado en las actuales circunstancias a realizar valientemente una apertura pastoral a las situaciones concretas que se viven en el país. Particularmente, invitamos a los miembros del Movimiento a afrontar la situación actual de la familia, fijando su atención en aquellos hogares que se encuentran en dificultades de variada índole". Concluyen su carta reafirmando la necesidad de que "el Movimiento mantenga su perfil de exigencia en este momento de tanta necesidad del testimonio de los cristianos que vive nuestro país". Cursillo es la abreviación de Cursillo de Cristiandad (se refiere a un curso en vista de formar una cristiandad). Sin embargo, no se trata de un curso teórico, ni de un retiro espiritual. Es, ante todo, una experiencia de vida. Una experiencia formidable que conduce a descubrir lo fundamental cristiano, para vivirlo mejor. Se viven tres encuentros:
Esta experiencia empieza con un fin de semana de tres días. En un clima de alegría y de fraternidad, se aprende a conocerse mejor, a experimentar la presencia y el amor de Jesucristo, a entrever el bien que puede traer al mundo una comunidad cristiana atenta y amante. Podría pasar horas y horas hablándoles del Cursillo, pero me conformo con haber sembrado una pequeña inquietud acerca de quienes somos y a qué nos dedicamos. Es imposible hacer un balance de la lluvia de Gracia que ha sido derramada sobre esa ingente cantidad de personas". En la comunidad Parroquial del Inmaculado Corazón de María, de Los Curos, hace vida el Movimiento Cursillos de Cristiandad con un grupo de Cursillistas que tiene San Antonio María Claret. Ellos son hombres y mujeres que viven con intensidad y alegría su compromiso de vida y de fe el cual han asumido en sus vidas personales, familiares y comunitarias. Su proyección como Cursillistas la hacen con sus encuentros semanales (los días miércoles a las 7:30 pm) en nuestra parroquia, evangelización permanente que hacen a las familias acompañando y anunciando la fe y en la preparación diligente al sacramento del bautismo que hacen con las familias que se acercan a solicitar este sacramento en nuestra comunidad parroquial. Dios les pague por permitirnos formar parte de los grupos de apostolado de esta comunidad… DE Colores!!!!
1 Comentario
|
KOINONIAVivir y acrecentar la misión compartida, como una forma de expresar la comunión, la corresponsabilidad y la complementariedad. Formar y consolidar pequeñas comunidades en las cuales se haga posible la vivencia cristiana. Acompañar los grupos apostólicos tradicionales y nuevos, de manera que estén completamente articulados al proyecto evangelizador de la parroquia. Archivos
Abril 2019
Categorías |