”Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros, porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado”. Pidamos al Espíritu Santo el Don Ser siempre nosotros mismos. De que, con toda alegría y simpleza, podamos ocupar el lugar que nos toca y hacer nuestra parte sin más ruido. Que nos dé el Don de ver y huir de elementos que se ensalzan así mismos y que confunden la grandeza de Dios con la hinchazón humana.
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LITURGIARenovar la práctica celebrativa a través de una profundización permanente de los aspectos bíblicos y teológicos, de una adecuada inculturación de los textos y los gestos, de un convincente sentido celebrativo y festivo, de una contextualización en la realidad, de una participación más activa del laicado y un real impacto en la vida de las personas y en la asamblea litúrgica. Hacer seguimiento y acompañamiento a las expresiones religiosas propias de este ambiente cultural Categorías |